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El 30 de Septiembre del 2006, el Congreso de los Estados Unidos aprobó una ley que hacía ilegal todo pago relacionado con apuestas en línea, por parte de tarjetas de crédito o bancos. La ley entró completamente en vigor para el mes de Octubre, cuando el entonces presidente Bush la aprobó por completo. Y este no resulta un dato menor.
Tomemos en cuenta, de acuerdo a lo dicho hasta aquí, que Estados Unidos ha sido históricamente el mayor consumidor de este tipo de servicios. Así que con una ley así operando dentro de su territorio, las ganancias han caído de una manera tan drástica que muchos casinos online tuvieron que cerrar por bancarrota, y otros simplemente mudarse o adaptarse a las nuevas condiciones. Se puede afirmar entonces, que estos últimos años han sido particularmente difíciles para la industria de casinos en línea.
Que las grandes firmas siguen en pie, y que las pequeñas han tratado de mantenerse. El escenario para los años venideros no puede si quiera calificarse de incierto, porque si algo el hombre ha podido ver a través de la historia de las apuestas, es que las mismas perviven, y no hay ley que las contenga por mucho tiempo.