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Si eres al menos un jugador de blackjack ocasional, es muy probable que estés familiarizado con el “manual” y juegues de acuerdo al mismo.

Para aquellos que no saben qué es el “manual“, este es básicamente el conjunto de reglas de juego. Por ejemplo, si estás jugando de acuerdo al “manual“, nunca dividirás cuando te toquen un par de decenas, ni harás doble down con un total de cinco.

Sin embargo, a veces hay buenas razones para apartarse un poco de las reglas, ya que si siempre juegas de acuerdo al manual te estarás limitando a ti mismo.

Una regla que nunca he comprendido es la de mantener la posición si tienes una mano de doce cuando la carta del crupier es un dos. La idea aquí es que el crupier también tiene doce y debes dejar que él se pase del puntaje.

Sin embargo, he visto crupiers que han sacado menos manos de doce de las que te puedes imaginar. Muchas veces, esos doce que imaginamos terminan siendo dieciocho, diecinueve, veinte y veintiuno.

Mi consejo es que cuando tienes una mano de doce, cuando la carta del distribuidor es un dos, debes pedir otra carta (hit). Sólo una carta que valga diez puede hacer que pierdas, mientras que muchas otras cartas te pueden ayudar a acercarte al 21 o hacer que el crupier pierda su mano.

Siempre haz un doble down cuando tengas once; al menos es lo que dice el manual. Directamente no hago caso a esta regla. Por supuesto, suelo hacer muchos doble down, pero no siempre.

En el próximo artículo analizaremos ejemplos específicos para que puedas ver cuándo te conviene romper las reglas para tu propio beneficio.

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