18
Gente de todo tipo y condición viaja hasta Las Vegas en busca de fortuna en los campeonatos de póquer.
Hace unos años eran tres o cuatro locos. Ahora se cuentan por decenas los españoles que tienen la ocurrencia de perseguir el sueño americano en la ciudad que nunca duerme. Cuarenta y cinco grados a la sombra y los mejores profesionales del Texas Hold’em se interponen ante el objetivo, una montaña verde de billetes más explorada que el vecino Gran Cañón.
Juan Carlos Mortensen ya demostró en 2001 que en la piel de toro sabemos algo más que envidar al mus. El Matador se llevó un millón y medio de dólares al ganar el torneo principal, considerado el campeonato mundial, pero tuvo la mala suerte de anticiparse a la explosión de popularidad que dos años después supuso la victoria del contable Chris Moneymaker, avalado por su apellido y una inversión de 29 dólares. En 2006, el primer premio ascendía a 12 millones.
En esta edición, las Series Mundiales de Póquer (WSOP) se recuperan del golpe que supuso hace un par de años la prohibición del juego por Internet en EE. UU., aunque la fábrica de ideas no descansa y en 2008, además de nueve millones para el vencedor, los organizadores han preparado una novedad revolucionaria: después de una criba que ha dejado nueve finalistas entre más de 6.800 participantes (solo en el torneo principal), la resolución del campeonato se ha aplazado hasta noviembre. Por primera vez, la mesa final será retransmitida en directo.
Alberto Font, estudiante de ‘Teleco’ de 23 años que llegó a ir líder en el torneo, tuvo la fortuna de jugar un día en la mesa televisada por el canal ESPN. No habían pasado ni diez minutos desde que recibió la notificación cuando un representante de una casa de póquer ya le estaba colocando la chaqueta y la gorra con sus logos bien visibles. Los 27.000 dólares (unos 18.000 euros) ganados sobre el tapete experimentaron una sabrosa propina. En la final, el último clasificado tiene asegurado casi un millón, cifra que a buen seguro engordará gracias a la publicidad en un acontecimiento que quizá no supere a la Superbowl.
Participar en las Series Mundiales cuesta 10.000 dólares, además de los gastos de viaje y alojamiento. Algunos lo pagan de su bolsillo, confiados en recuperar la inversión, aunque la mayoría se clasifican a través de torneos ’satélites’, en Internet o directamente en Las Vegas. Manuel Cuberos, agente inmobiliario, necesitó 170 dólares y tres satélites para lograr el ansiado billete.
María Maceiras y Pablo Ubierna han podido ir a las Series Mundiales y a los principales torneos del circuito europeo gracias a la promoción de Everest Poker ‘Vive tu sueño’. La empresa, una de las más importantes del sector, seleccionó a través de varios torneos en Internet y de un ‘casting’ final a una docena de jugadores europeos a los que costea su vida como jugadores de póquer.
María, publicista, ha ganado dos campeonatos de España, pero las puertas de su nueva vida se abrieron del todo cuando fichó por el equipo. Otros no han tenido tanta suerte. El hermano de María, Juan Maceiras, se ha tenido que pagar todo de su bolsillo, aunque en los días previos al torneo principal amortizó con creces su aventura americana al ganar un torneo en el hotel Bellagio: 80.000 dólares.
Pero los caminos que conducen a Las Vegas son casi tan numerosos como los que llevan a Roma. Ismael Arribas se clasificó al ganar un campeonato en un crucero por el Mediterráneo, mientras que Fernando Martín y Julio Díaz se lanzaron a Las Vegas dispuestos a jugar hasta en los locales de ’striptease’ para conseguir su pasaporte.
Consuelo Navarro, Chelo para los amigos y para algún que otro enemigo, no tiene mayor pasatiempo que el póquer desde que su hijo, que «no quiere ver las cartas ni en pintura», ya no es una preocupación. En la familia tenían una cafetería donde se jugaba bastante y ahora Chelo va casi a diario al casino de Torrelodones.
María Maceiras corrobora la denuncia de Chelo sobre el machismo que campa en este negocio: «Como chica, noto que se me falta mucho el respeto en la mesa. No es que sean mal educados, sino que la primera media hora, por ser mujer, dan por hecho que voy a jugar peor».
Otro de los españoles recompensados en estas WSOP fue Raúl Páez, el Toro. Raúl llegó a vivir un tiempo en Las Vegas, donde viajaba por quinta vez, aunque esta ha sido la primera que pasaba del segundo día. «En otros torneos sí he ganado premios alguna vez», asegura con modestia quien es uno de nuestros mejores jugadores.
Post Relacionados
Tags: Campeonato de poker, casinos online, Españoles, Españoles en Las Vegas, juego online, Juegos de casino, jugador de poker, Jugadores de Casino, Las Vegas, profesionales de poker, Series Mundiales, series Mundiales de poker, sueño, sueño Americano, Texas Hold'em, Torneos de poker
[...] aquí: Españoles buscan su sueño en las Vegas Sin Comentarios, Comentar o enviar [...]
Dejar Comentario